El desafío del estudio a distancia

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Semanalmente las niñas del hogar Felice Sala en San Vicente de Tagua Tagua logran conectarse a sus clases online acompañadas de su profesora, sin embargo las dificultades en la conexión hacen que el compromiso y responsabilidad con el colegio, sea el doble.

Para Karen Jaramillo, profesora de la residencia y encargada de educación, la experiencia ha sido positiva pero a la vez algo agotadora, «en algunos casos las niñas manifiestan poca motivación por trabajar a la distancia, ya que para ellas es mejor ir en forma presencial a la escuela, dada la relación con sus compañeros de curso y cercanía con profesores», comenta.

La pandemia que tiene en cuarentana a la región de O’Higgins desde el mes de junio, ha mantenido a las niñas de Felice Sala sin la posibilidad de asistir a clases hace más de 5 meses.  «La principal dificultad es trabajar con algunas niñas desmotivadas ya que son varios meses de cuarentena», agrega.


Sin embargo y a pesar de las dificultades, la labor a distancia ha generado vínculos positivos entre las niñas, «las niñas más grandes y/o que tienen más habilidades de aprendizaje me ayudan a trabajar con las más pequeñas con sus tareas ya que son muchas las tareas que envían desde los colegios», explica.


Aunque el internet en zonas rurales no es el ideal, el trabajo en equipo de los profesionales de Felice Sala, han logrado que todas las niñas de la residencia vayan al día en sus materias.


Para Gema Zamorano, directora de la residencia, el trabajo de la psicopedagoga es clave, «la motivación debe ser permanente y constante, por eso se realizan talleres que apoyan como acondicionamiento físico, repostería, maquillaje, cine y otros más».


Como fin de año se proyecta celebrar la responsabilidad de las niñas a través de actividades lúdicas y alegres para compartir, «Una rica once, una rica comida debe ser para celebrar el buen desempeño y esfuerzo puesto este año», cierra Gema.